Adriana de los Reyes Flores, huipil Triqui, Fotografía de Diana Fernández |
Nosotras las mujeres tiquis
Vivimos en medio de las costumbres
Que se van borrando de nuestra memoria
Es difícil vivir esta vida,
Son duros sus caminos y sus pasos
Hemos sido discriminadas
Y ofendidas por algún tiempo
Ya no es así
Nos hemos ganado el respeto de las personas
Conociendo nuestros rostros
También hay momentos felices y pienso:
¿Cual de mis hijas continuara nuestra tradición?
El huipil es nuestra segunda piel
Desde tiempos antiguos así ha sido,
En nuestro caminar el color rojo ha teñido nuestras montañas
Y veredas en el tiempo y en la ciudad
Aquí, a la sombra de estas casas antiguas
Hemos traído nuestros pasos
Y con ellos nuestras tradiciones,
Vestir un huipil nos hace sentir pesadas
Seguras en nuestro andar
Como si con el trajéramos la memoria de nuestras madres
Y abuelas tejidas en sus líneas de mariposas
Tejer un huipil es traer el tiempo solo para mí
Abrir un surco en mi pasado
Y sembrar de recuerdos mi casa o mi patio
Platicar en silencio en la palabra antigua
Lo que yo entiendo de la vida y de la muerte.
Tejer es un remolino de vientos
Que trae la voz de mi abuela y sus cantos
No puedo recordar con claridad más que su voz
En los juegos de mi infancia
Palabras sobre pájaros y animales de la montaña
Su recuerdo es la urdimbre en el cuerpo del telar
Mis palabras son la trama
Que va tejiendo en brocados de color
Hilo tras hilo el lienzo con el que vestiré
Y dejare mi propia historia
Herencia de algodones depositado suavemente
En las manos de la mujer que vestirá con mi recuerdo
Su andar ligero y su pelo suelto
En el sendero de nuestra tradición.
Para la mujer triqui, por su tiempo y sus palabras.
Edgardo Villanueva Cuevas 2015
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