jueves, 17 de noviembre de 2016

TEJEDORA DE HUIPILES

Adriana de los Reyes Flores, huipil Triqui, Fotografía de Diana Fernández

Nosotras las mujeres tiquis

Vivimos en medio de las costumbres

Que se van borrando de nuestra memoria



Es difícil vivir esta vida,

Son duros sus caminos y sus pasos

Hemos sido discriminadas

Y ofendidas por algún tiempo


Ya no es así

Nos hemos ganado el respeto de las personas

Conociendo nuestros rostros

También hay momentos felices y pienso:

¿Cual de mis hijas continuara nuestra tradición?


El huipil es nuestra segunda piel

Desde tiempos antiguos así ha sido,

En nuestro caminar el color rojo ha teñido nuestras montañas

Y veredas en el tiempo y en la ciudad


Aquí, a la sombra de estas casas antiguas

Hemos traído nuestros pasos

Y con ellos nuestras tradiciones,


Vestir un huipil nos hace sentir pesadas

Seguras en nuestro andar

Como si con el trajéramos la memoria de nuestras madres

Y abuelas tejidas en sus líneas de mariposas


Tejer un huipil es traer el tiempo solo para mí

Abrir un surco en mi pasado

Y sembrar de recuerdos mi casa o mi patio

Platicar en silencio en la palabra antigua

Lo que yo entiendo de la vida y de la muerte.


Tejer es un remolino de vientos

Que trae la voz de mi abuela y sus cantos

No puedo recordar con claridad más que su voz

En los juegos de mi infancia


Palabras sobre pájaros y animales de la montaña

Su recuerdo es la urdimbre en el cuerpo del telar

Mis palabras son la trama

Que va tejiendo en brocados de color


Hilo tras hilo el lienzo con el que vestiré

Y dejare mi propia historia

Herencia de algodones depositado suavemente

En las manos de la mujer que vestirá con mi recuerdo

Su andar ligero y su pelo suelto

En el sendero de nuestra tradición.




Para la mujer triqui, por su tiempo y sus palabras.


Edgardo Villanueva Cuevas 2015

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